Caminando por una vereda, un hombre encontró un huevo de águila, lo llevó a su granja y lo colocó en el nido de una gallina que estaba empollando. El águila creció creyéndose gallina, hasta que un día una sombra pasó por encima de ella. Levantó la vista y divisó a muchísima altura algo que jamás había visto: un ave majestuosa.