La jerónima sor Juana Inés de la Cruz practicó todo tipo de composición, difíciles como son las propias del Barroco, aunque nunca permitió que la forma rebasara al fondo; esto es, nunca escribió poemas artificiosos vacíos, sino composiciones sólidas y sinceras apegadas a los recovecos de la rima, el metro y el ritmo.He aquí una oportunidad para disfrutar la palabra de una mujer auto-enclaustrada que liberó su vena amorosa a través de la palabra que ha llegado a nuestros días.