Arthur Schopenhauer es conocido como el debido a sus trabajos y teorías acerca de los impulsos irracionales que rigen nuestras vidas, sistema filosófico que basó en las teorías Kantianas. En este libro, Schopenhauer nos muestra, una vez más, su pesimismo para con el ser humano. Especialmente hace evidente su desprecio hacia el sexo femenino, el cual solamente ha nacido para servirle al hombre. Schopenhauer desconoce la voluntad individual para tratar tres aspectos que desde siempre han fascinado a la humanidad, El amor, las mujeres y la muerte. Los tres salvavidas que nos plantea para entender y solventar las dificultades que nos presentan estos temas, son el conocimiento filosófico, la contemplación del ser humano y sus debilidades, y la simpatía hacia los animales. Fuertemente influenciado por el Budismo, Schopenhauer nos invita a reflexionar, muy en su estilo, acerca de las razones que tiene el hombre para vivir y no renunciar al derecho que tiene para disfrutar su vida propia. Pero, también hace evidente su admiración por el ascetismo cristiano, cuando nos dice que una vez removidos los dogmas, esta religión, la original, tiene como base la renuncia a la voluntad individual.