¿Qué deseamos para nuestros hijos, por encima de todo? Además de buena salud, queremos su felicidad, claro está. Pues estamos de suerte. Los últimos hallazgos científicos de la psicología, la sociología y la neurología demuestran que la felicidad no es un golpe de buena fortuna que debamos esperar. Tampoco está determinada por nuestra genética, ni por nuestras circunstancias. La felicidad es un comportamiento aprendido, una especie de músculo que podemos ayudar a desarrollar en nuestros hijos. Iniciar a los niños en la construcción de su propia felicidad es, pues, el objetivo de este libro. En él, la doctora Christine Carter, investigadora y madre de dos hijas, resume en diez propuestas tan sencillas como eficaces todos los hábitos, capacidades, actividades y modos de pensar imprescindibles para garantizar a los niños de cualquier edad una vida feliz... y conseguir que, a su vez, los padres también disfruten del proceso.