La poética de ahumada, es la poética del ensueño. Aquella que fusiona de manera natural la irrealidad con la realidad. Ahumada no sólo sueña, sino sobre todo ensueña. Su activa ensoñación nos eleva y nos sumerge en un abigarrado calidoscopio entintado de sensaciones, emociones, sentimientos y aventuras. Sus imágenes despiertan todos los sentidos. Sus ensoñaciones son de aquellas que pertenencen a un estado crepuscular, en el que se mezclan vida nocturna y vida diurna. Su lenguaje visual salpicado de humor e ironía, es el lenguaje del ánima, es decir del alma, el cual de acuerdo a los especialistas en la materia ´´forma un vínculo entre la conciencia del yo y el inconsciente colectivo, abriendo potencialmente una vía hacia el sí mismo´´. Sus historias y personajes son así, algo más que una simple y entretenida anécdota. La cotidianidad en la que se mueven sus personajes y la manera en que Ahumada nos acerca a su intimidad emocional, sirve para nosotros mismos sentirnos parte de la ensoñación de un soñador.