¿Por qué la danza no ha recuperado en la cultura occidental cristiana su antiguo papel de forma expresiva global? ¿ Por qué y cuándo sus significados fueron confinados a los ámbitos del entretenimiento o del arte? ¿Cuál es la raíz de su conflictiva relación con Occidente? Estas interrogantes son el punto de partida de El cuerpo suspendido, un estudio sobre la identidad de la danza en relación con sus elementos constitutivos: el cuerpo, el gesto, el alma, el rito, el lenguaje y lo sagrado. Fabrizio Andreella ubica en el nacimiento y la definición de la modernidad el momento de pasaje a la codificación de la danza, que analiza con refinada sensibilidad de historiador, filósofo y antropólogo. Con la traducción de esta obra precisa y penetrante, el Cenidi-Danza José Limón pone a disposición de un público amplio un estudio que entra en la carne de nuestra cultura para mostrarnos que ´la danza revela inequívocamente que el cuerpo es el hardware sin el cual nada es posible, y es el que le impide al hombre salir vencedor en su emulación de Dios [...] La danza, al suspender el reino del código y liberar al cuerpo del cautiverio de la razón, entra en esa zona opaca del mundo que el pensamiento se encarga de oscurecer´.