EL DERECHO INTERNACIONAL DE LAS VICTIMAS

EL DERECHO INTERNACIONAL DE LAS VICTIMAS

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$ 216.00
Pesos mexicanos (MXN)
AGOTADO. Informes: Llame o Escribanos
Editorial:
PORRUA
Año de edición:
ISBN:
978-607-09-0808-8
Páginas:
316
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La situación de la víctima del terrorismo suele ser delicada e incluso de mayor desventaja respecto de la del delito común. Por una parte, la dimensión espectacular del hecho -que es el fin perseguido por el terrorista- diluye su propia presencia en el crimen, como si de pronto resultara que el delito consiste en la destrucción de un sitio público y no en las lesiones y los homicidios así cometidos, por otra parte, cuando se entra en la irremediable, incluso deseable, ruta de la negociación -supuesto que implica una especie de perdón tácito-, el desdibujo y frustración de la víctima es todavía mayor. La demora en la captura y la sanción del terrorista, y aun su devenir político en la medida que lo aleja del castigo, es una vejación permanente para la víctima del atentado. Constituir el crimen de terrorismo como uno de lesa humanidad contribuiría a evitar una de las principales disfunciones en el Derecho Internacional. Esta investigación surge de la preocupación, compartida por una gran cantidad de ciudadanos conscientes en el mundo, respecto a la indiferencia por el sufrimiento ajeno, la deshumanización que causa la proyección de una imagen banal sobre el crimen y la violencia y, de manera especial, el hecho de que construimos sociedades cada vez mejor comunicadas, cada vez más interdependientes y a cada momento menos humana. Así, esta obra llena un vacío que era necesario colmar, a la vez que responde tanto a la preocupación histórica del momento contemporáneo como al proceso de extensión de los derechos humanos, en lo colectivo y en lo individual, que ocurre dentro del Derecho Internacional. El objetivo es evitar que la justicia dependa de la fama de un justo, de un poeta o de un héroe asesinado, se trata de evitar que la barbarie quede impune y que los remedios de conciencia sean apenas el primer paso para la verdadera solución que es la justicia real, emanada de una sentencia con todo el vigor de la ley. Se trata no sólo de llevar consuelo a quienes han sido víctimas de los más irracionales y brutales crímenes, sino de construir el mañana sobre bases de verdad, perdón, justicia y memoria.