EL ESPACIO URBANO DEL CINE PRIMERA PARTE

EL ESPACIO URBANO DEL CINE PRIMERA PARTE

$ 180.00
Pesos mexicanos (MXN)
AGOTADO. Informes: Llame o Escribanos
Editorial:
JUAN PABLOS EDITOR (ME)
Año de edición:
ISBN:
978-607-711-290-7
Páginas:
126
$ 180.00
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Anales del Cine en México, 1895-1911.áJuan Felipe Leal y Eduardo Barraza nos obsequian un volumen más de esta magnífica colección. A lo largo de esta ya vasta obra nos hemos adentrado de manera detallada y amena, año por año, mes por mes, y casi día por día, en el emocionante universo de la llegada, la difusión y el desarrollo en nuestro país de los aparatos capaces de registrar y reproducir el movimiento: desde el kinetógrafo y el kinetoscopio, de Edison, pasando por el cinématographe de los hermanos Lumiére, hasta los múltiples ingenios técnicos que los sucedieron y superaron. Como se apunta en la introducción de este libro, los autores se proponen ofrecernos “un relato que articule aparatos, productores y exhibidores, salas y espectadores, acontecimientos relevantes y obras cinematográficas, cronistas y críticosö.áNos encontramos en el año de 1903. Falta apenas un lustro para que la industria cinematográfica internacional se estructure como hoy ená día la conocemos, con sus tres “ramasö plenamente diferenciadas: producción, distribución y exhibición. Se trata de un momento señalado por la existencia de “mercados anárquicosö, “caóticosö, “desorganizadosö. Así, a pesar del enorme éxito que tienen las proyecciones de las “vistas de movimientoö entre los distintos públicos de la tan diversa geografía nacional, empresarios como Román J. Barreiro, los hermanos Becerril, Emilio Bellán, Carlos Mongrand, Enrique Rosas y Salvador toscano, entre otros, enfrentan dificultades para renovar sus respectivos repertorios.áPero en la Ciudad de México un hecho establece de manera definitiva el favor del público por el espectáculo fílmico: Ernesto Pugibet –director general de la Fábrica de Tabacos “El Buen Tonoö –gestiona en mayo de 1903 ante el Ayuntamiento la autorización para la proyección gratuita y al aire libre de películas.áCon el apoyo de la hábil pareja de operadores de cinematógrafo que forman Henri Moulinié y su esposa, Pugibet promueve con éxito la venta de sus cigarrillos y arrasa en la capital del país con los demás empresarios del ramo, que deben cobrar por el espectáculo.áEn fin, este texto es una grata lección de historia del cine y un modelo para el aprendizaje de lo que el rigor metodológico y la exploración exhaustiva de las fuentes pueden redituarnos.Federico Dávalos Orozco.

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