En el antiguo castillo de Canterville vive un empobrecido marqués en compañía de sus sirvientes... y de sus fantasmas. Con gran pesar, el marqués se ve obligado a vender la propiedad a un millonario estadunidense y su bulliciosa familia. Ante tan escandalosa invasión, el aristocrático fantasma se dedica a asustar a los nuevos inquilinos para obligarlos a abandonar la propiedad, pero es él quien termina horrorizado ante la incrédula familia, pues ninguno de sus miembros cree en la existencia de espectros ni espíritus. El Fantasma de Canterville, uno de los cuentos más bellos y divertidos de Wilde, compara la idiosincrasia inglesa con la nueva aristocracia de los millonarios estadunidenses y nana la frustración de un espectro que ya no consigue asustar.
