Guillermo Sheridan construye en este libro un verdadero gabinete de curiosidades: fábulas irreverentes sobre la idiosincrasia mexicana, retratos sin polilla de autores cercanos (Zaid, Gurrola, Xirau, Deniz, Vitale, Monsiváis), hallazgos literarios (Camilleri en Sicilia, Paz y Garro en un partido de futbol, Apollinaire en las trincheras, Atanasio Kircher y las pandemias), rituales chilangos (de los tamales oaxaqueños a los temblores), lecturas sobre México de autores extranjeros (Lawrence, Haggard, Heine, Verne), enigmas teológicos (incluida la devoción por el Che) y placeres profanos (de la polisemia de la palabra verga a una erudita disquisición sobre el pubis en la cultura hindú).
Pletórico de recursos (¡levanta un acta judicial al Quijote!), implacable con la estulticia disfrazada de identidad (del grito de puto en los estadios al arte de la lambisconería), Guillermo Sheridan lanza aquí una defensa de la inteligencia, la curiosidad y el humor.
