´Un zorro sin patas no puede procurarse su alimento´, pensaba un hombre cuando se topó con un zorro inválido.Pero de pronto, un tremendo rugido hizo que se ocultara, para observar con asombro, cómo un enorme tigre traía un trozo de carne en el hocico y se lo dejaba. ¡Era una señal del cielo!