Mary Lennox, tras la muerte de sus padres, debe mudarse a Inglaterra con un tío que no conocía. En una mansión de más de cien habitaciones e innumerables jardines, Mary se interesa por uno al que está prohibido entrar.
En medio de su determinación por hacer reverdecer ese jardín abandonado conocerá a Dickon y a Colin, y juntos se enfrascarán en una serie de misterios y aventuras con los que crecerán espiritualmente y dejarán de ser niños solitarios, logrando ser esta obra una conmovedora exaltación de la amistad, de la capacidad de autosuperación, el amor, la bondad y la empatía.