´Lo que pienses de Jesucristo influenciará profundamente tu modo de pensar sobre todo lo demás´, escribe John MacArthur. Esta es una verdad crítica en la vida de todo creyente. Nuestra perspectiva de Jesús afecta el modo en que vemos a Dios, al mundo, a nosotros mismos, y cada una de nuestras decisiones. En estos tiempos, Jesús con frecuencia es retratado como un pacifista, un filántropo, o un maestro dócil. El evoca una actitud superficial y a veces patética en la mente de muchos. Algunos prefieren al Jesús manso y humilde que sana a los enfermos, calma los temores, y habla de paz y buena voluntad. Esas cosas sí representan una parte del Mesías, pero, trágicamente, a demasiadas personas nunca se les ha expuesto el resto de él. Nunca han tenido una completa perspectiva, de 360 grados, del Salvador. Hasta ahora.
