¿Qué significa que la actual Constitución declare que Ecuador es ´un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico´? ¿Existe una propuesta de transformación profunda y una ruptura teórica y política entre el constitucionalismo de la constitución de 2008 con el resto de constituciones de nuestra historia? ¿Qué requiere la constitución para ser implementada? ¿Cuáles son sus alcances y limitaciones? ¿Tiene sentido una reforma constitucional? Estas y otras preguntas contesta el autor del libro desde una mirada crítica y comprometida. Cuando se trata de deslegitimar a la más democrática de nuestras constituciones, con retórica vacía desde sectores conservadores y prácticas contradictorias desde el gobierno que la impulsó, el autor urge a comprenderla más y contribuir así a que los actores sociales procuren transformar nuestra realidad ´colonial´, excluyente y discriminatoria.