ABELARDO GARCIA DE LORENZO Y MATEOS
La asistencia al anciano en los servicios de medicina intensiva (SMI) es un fenómeno creciente. Tal y como se ha publicado recientemente, la gravedad de la enfermedad que condiciona el ingreso y la situación funcional previa, más que la edad, son los elementos determinantes tanto de la mortalidad como del pronóstico vital y funcional a largo plazo.Recientes y bien realizados estudios demuestran que los ancianos que sobreviven al ingreso recuperan en gran medida la capacidad funcional y la percepción de calidad de vida que tenían previamente.La edad nunca debe ser un criterio para no ingresar a un paciente en la UCI o para no iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar, decisión esta última que debe tener en cuenta toda la información clínica disponible y las preferencias del propio paciente.La obra que tiene usted en sus manos le ayudará a entender la particular idiosincrasia y la patofisiología de esta población, así como el manejo de sus entidades nosológicas, las cuales, qué duda cabe, presentan especiales particularidades.