M#s descarado, m#s #cido y m#s mordaz que nunca# vuelve el PelÛn, cuyo humor te mantendr# fascinado de principio a fin. A lo largo de la lectura, a la vez que pasaba de las leves sonrisas a las sonoras carcajadas, en automático venían a mi mente preguntas como éstas: ¿Cómo se le ocurre todo esto? ¿De dónde saca tanta estupidez? ¿ Cómo estará cableado su cerebro para que elabore así sus pensamientos? Y cada cuestionamiento estuvo envuelto de una enorme admiración y respeto por el autor. Se necesita ser valiente para expresar en público opiniones personales sobre el lado oscuro de la sociedad, pero hay que ser aún más valiente para atreverse a exponerlas de la forma directa y descarada en que Héctor lo hace. Sus declaraciones, muy bien documentadas y sustentadas, sólo pueden brotar de una mente brillante y responsable que ha dedicado tiempo a investigar y que sin cobardes tapujos las declara en voz alta. Por todo esto, uno no puede sino perdonarle sus irreverencias y amarlo por atreverse a mostrarlas. No me queda la menor duda: Héctor Suárez Gomís se ha ganado el derecho a decir lo que quiera. Se dice que todos tenemos un talento único y una forma única de expresarlo. En el caso de mi querido, ingenioso, atractivo y pelón amigo, esa unicidad ha tomado en este libro una forma deslumbrante. En su época de espermatozoide le ganó la carrera a sus demás hermanitos y venció el método anticonceptivo que su madre tomaba en 1968, provocándole un embarazo no deseado. Después de 37 horas de labor de parto y de haber roto cinco fórceps, Héctor Suárez Gomís decidió avanzar por su propia voluntad a través del canal de parto y nacer, finalmente, la noche del viernes 6 de diciembre del mismo año en el Hospital Dalinde de la ciudad de México. Se quedó calvo prematuro a los 22 años y desde entonces vive con gran amargura y deseos de venganza. Desafortunadamente para el público, ha participado en más de 20 telenovelas, 15 películas y 16 obras de teatro. Grabó sin pena ni gloria dos dis