Con esta novela aprendemos que todo lo bueno y malo que hacemos en la vida se refleja en nuestro cuerpo y alma. Dorian Gray fue un joven aristócrata inglés que se enamoró de un precioso retrato que le pintó un artista. Al ver la magnífica hermosura que sólo posee la juventud, reflejada en el rostro del cuadro, deseó nunca envejecer. A cambio de no volverse viejo y ser siempre bello, su edad y sus acciones quedarían impresos en la pintura y no en su cuerpo. Dorian se portó mal y el retrato se hizo cada vez más feo; tanto, que tuvo que ocultarlo para que nadie lo viera. La gente se preguntaba por qué Dorian nunca envejecía y seguía tan guapo como siempre, pero sólo él sabía que, en su casa, en un cuarto prohibido, tenía guardado el espantoso secreto de su eterna juventud. ¿Te atreves a descubrirlo?