Los diez proyectos reunidos en este libro tuvieron lugar en viviendas particulares o en instituciones extrañas al circuito del arte. Si la búsqueda de locaciones alternativas respondía, en la tradición vanguardista, a una actitud de negatividad crítica, estos artistas postulan territorios de afirmaciones singulares. Componen situaciones y experiencias vinculares que se distancian, en opinión de la autora, de la llamada estética relacional, por su búsqueda de valores éticos capaces de oponer resistencia a los modelos dominantes de la cultura contemporánea