Este libro cuenta, de manera clara y sencilla (o eso pretende), la realización de un sueño. Es el proyecto de una pareja de dieciséis años que se conocieron en una pandilla de amigos y que, además del enamoramiento, tenían una meta común. Nosotros, como otras muchas parejas jóvenes (al menos en nuestra época), compartíamos ilusiones y proyectos, hacíamos cábalas sobre nuestro futuro y lo que queríamos hacer en la vida. Hablábamos del tipo de trabajo que nos gustaría desarrollar, de la forma en que queríamos educar a nuestros hijos, de cómo superar el machismo en el que habíamos sido educados, de nuestra idea de compromiso social y cristiano. Desde nuestra juventud soñábamos con aportar nuestro ´´granito de arena´´ para cambiar el mundo, luchar por la justicia, la igualdad, la solidaridad y todos esos grandes valores que bullían en nuestra cabeza y en nuestro corazón. La fe en Jesús de Nazaret nos impulsaba a desarrollar nuestros sueños comprometiéndonos entre los más desheredados del sistema, concretizados en esos momentos entre los indígenas del pueblo latinoamericano.