Dotado de una curiosidad universal, enciclopédica, conversador inagotable, Denis Diderot (Langres, 1713-ParÃs, 1784) puede ser considerado el filósofo tÃpico del siglo XVIII, vigente incluso hoy por su capacidad de diálogo y su fuerza dramática, formándose y expandiéndose sus originalÃsimas ideas con un dinámico orden lógico. En 1778 Diderot trabaja ya en su Ensayo sobre la vida de Séneca. Al filósofo estoico le habÃa tocado lidiar con un sangriento tirano, Nerón, de quien habÃa sido el perceptor. No serÃa de extrañar entonces que Diderot hubiera recurrido a un rodeo histórico por la civilización romana para resaltar las fisuras que resquebrajaban al Antiguo Régimen francés. ?El infatigable vagabundo del pensamiento que es Diderot nos enseña a leer apunta el estudioso Gregorio Cantera, responsable de la edición de esta obra, y nos invita a leer, que, según Séneca, es otra forma de viajar. Errantes y sin asiento, como seres vivos que somos, nuestra época, como la de Séneca, como la del propio Diderot, también conoció la peste, y Albert Camus se atrevió a llamarla p or su nombre. Para que, a cada paso, identifiquemos y combatamos el bacilo. No hacerlo asà es el primer paso a la decadencia?.