La obra tiene una relevancia fundamental para los estudios de lógica mexicana y para la historia de las ideas de nuestro país. Juan Manuel Campos, discípulo de Walter Redmond y deudor del trabajo de Mauricio Beuchot, Bernabé Navarro y Roberto Heredia, es la prueba fehaciente de que en México ya está consolidada una importante escuela de especialistas en lógica novohispana. Campos dedica la obra a analizar fundamentalmente las contribuciones de la lógica novohispana del siglo XVI y primeros años del XVII atendiendo al contexto y currículo de la época para probar que la lógica novohispana fue sólida y tuvo contribuciones interesantes para la lógica del mundo. Sin un afán nacionalista ni basándose en prejuicios ideológicos tan frecuentes en este campo de las ideas, Campos nos muestra un desarrollo de la lógica novohispana que sigue las reglas actuales de la lógica en el tema de la suposición. Asimismo, el autor propone una tesis no desarrollada: que los estudios de lógica novohispana tuvieron importantes repercusiones en el terreno ético, social y político de la época.áLa tesis que subyace en esta obra se apoya en la riqueza y diversidad de influencias escolásticas, renacentistas, humanistas y nominalistas de la lógica novohispana influencias que intervinieron debido al momento y condiciones en que se fundaron los estudios lógicos del continente americano. También, Campos prueba que la influencia de las obras lógicas de Aristóteles fueron relevantes en la consolidación de un pensamiento que llegó a tener influjo incluso en el ámbito teológico.