En este libro se defiende que la relación teoría-práctica la favorezca el profesorado en su ejercicio docente, en cualquiera de sus niveles, favoreciendo la cooperación entre la institución académica universitaria y los centros escolares, en la medida de sus posibilidades. ¿Por qué el profesorado tiene que establecer pilares intermedios entre la teoría y la práctica? Porque es necesario para ser verdaderos profesionales de la educación, para evitar la alienación profesional, para entender los fenómenos educativos en su complejidad, para tomar decisiones con criterio, para no dejarse avasallar con lo que ´los expertos´ tratan de imponer, para ser verdaderos conocedores de la educación, es decir, de su teoría y de su práctica, para comprender y disfrutar la educación... en definitiva: para pensar y vivir plenamente la misma.á