¿Estás ahí? se puede interpretar en varios niveles: el personal, el filosófico y el teatral. Es de notar que en más de una ocasión Daulte ha declarado que lo que más le importa en el teatro es el compromiso, pero no con un mensaje ni con una verdad moral (que es siempre la ´verdad´ de algún grupo hegemónico de algún momento histórico específico, los dos efímeros), sino con lo lúdico, con el procedimiento teatral. Su propósito es quizá siempre el de ser despertador de conciencias aunque no en el sentido tradicional, ya que por un lado tales conciencias son siempre personales, no previsibles ni universales y por otro, los objetivos de su obra no preexisten a la obra ni son conceptualizados de antemano. Al contrario, Daulte siempre deja abierta la recepción de sus obras y ésta depende en gran medida del público.áLa obra implícitamente plantea la pregunta: ¿existimos?, ¿en qué consiste la existencia? Aquí algunos de los personajes ya están muertos, fantasmas y por ende son visibles sólo cuando se juntan ´los ojos como desenfocando la imagen´. Pero, ¿no se puede decir lo mismo de todos nosotros?, que somos siempre hoy los fantasmas de los que fuimos ayer y que nos ´vemos´, nos entendemos, nos queremos sólo al desenfocar la imagen un poco. Es decir, sólo vemos al otro deformado, según nuestra propia mirada y nuestro enfoque. Pero quizá lo más interesante de la obra es la propuesta teatral y su empleo de varios recursos teatrales. Dada la naturaleza del teatro como una ficción hecha viva por seres humanos, bien se puede hacer al teatro la misma pregunta que hicimos antes al ser humano: ¿estás ahí? Como se subraya sutilmente aquí, en toda obra teatral el personaje literalmente está y no está ahí, tal como los fantasmas de esta obra, Ana y Claudio.Sharon Magnarelli.á