La profesión académica se ha convertido enuna actividad muy sensible frente a los cambios que están produciéndose en la ciencia, la tecnología, la política y, sin duda, la economía. No hay discurso pedagógico conservador que resista la crítica de la modernidad cultural, cuyo cuestionamiento se orienta a la validez de los aprendizajes, la pertinencia de los contenidos académicos en el contexto de la sociedad del conocimiento y, como observación de fondo, a la naturaleza social de la relación entre la universidad con el mundo global. Una premisa en este trabajo es la convicción de que los valores sociales de la justicia y el diálogo se convierten en la bina axiológica insustituible en los procesos de formación universitaria, lo cual implica que estas cualidades formen parte de la cultura del profesorado. La diversidad de puntos analíticos, que constituye esta problematización de nuestro campo temático, tiene la finalidad de contribuir al desarrollo de estudios sobre ética profesional y valores del profesorado universitario.