La presencia de los valores en los curricula ha sido una constante de los sistemas educativos actuales. Y es que los aspectos formales de la educación han preocupado -y siguen preocupando-, de forma explícita, a pensadores y políticos.áEspecíficamente, la reflexión y el debate sobre los valores constituyen un reto desafiante en la formación de los adolescentes, una etapa evolutiva del crecimiento personal, la más delicada de todo el proceso. Y porque a nadie se le escapa que el fomento y práctica de aquellos valores no ha de circunscribirse a determinados contenidos curriculares, ni atribuirse puntualmente a ciertos ámbitos académicos, se elabora el presente material, para que todos los agentes comprometidos en la educación de nuestros adolescentes -profesorado, especialmente los tutores, monitores, educadores de tiempo libre, padres...- dispongan de pautas de intervención alternativas, orientadas a aquella formación.