´Pasé los primeros años de mi vida en un rancho: San Antonino. Cuando sopla el viento recuerdo sus casas bajas, el olor a humo, el canto de las aves, el paso de los labradores al atardecer, pero sobre todo evoco a Ponciano. Así llamábamos al eucalipto sembrado muy cerca de la casa que mi padre construyó para nosotros.´ U historia entrañable de familia, de recuerdos y de infancia que huele a campo, a juegos y todo lo que se ama cuando uno es niño.