Azarpay, favorita de los tres últimos emperadores indíges y también esposa de un conquistador muerto repentimente, relata su vida al jesuita Juan de Mendoza, enviado desde España para investigar las causas del deceso. Así pues, el lector irá descubriendo no sólo los sucesos, combates e intrigas de poder que conforman la historia de un pueblo, sino también los detalles hasta entonces desconocidos de la vida cotidia de los incas. E, igual que el sacerdote, quedará fascido por el hechizo de u mujer bella, valiente y ambiciosa que lucha por la supervivencia de su cultura. Colette Davet ha tenido el acierto de reconstruir la historia desde el punto de vista indíge, acercándonos al mundo de los incas del siglo XVI como pocas novelas lo habían logrado hasta ahora.