La Formación Cívica y Ética no sólo abarca la parte intelectual, como son los conceptos nuevos aprenderás y el desarrollo del razonamiento, sino también otros aspectos de tu persona, que son igualmente importantes, entre ellos tus sentimientos (por ejemplo, sentir dolor ante el sufrimiento ajeno)
y actitudes, como la disposición para trabajar en equipo o para ceder cuando estás convencido de que algo beneficiará a los y las demás.