Desde que en 1995 la American Psychological Association organizó una fuerza de trabajo para el estudio de las llamadas terapias con bases empíricas (empirically supported therapies), estas herramientas de trabajo han venido cobrando cada vez más importancia en la práctica diaria de psicólogos y psiquiatras alrededor del mundo. Dentro de las terapias con bases empíricas, la terapia cognitivo-conductual ha demostrado en particular una gran utilidad en el tratamiento de un buen número de trastornos mentales. Formulación de casos y diseño de tratamientos cognitivo-conductuales. Un enfoque basado en problemas presenta de manera clara, y con un enfoque dirigido a la aplicación práctica, una serie de estrategias dentro del marco de la terapia cognitivo- conductual para la solución de problemas clínicos de presentación común en el ámbito del cuidado y la atención de la salud mental: