Este libro trata tanto las imágenes como la técnica. Sirve tanto para contemplar el contenido visual de las fotografías, como para obtener un control absoluto sobre las técnicas de fotografía en blanco y negro. Y esperamos que, gracias a todo lo que nos transmiten las palabras de los fotógrafos que han creado esta colección de increíbles imágenes, una de las principales cualidades del libro sea su habilidad para inspirar. Si, habiendo visto la calidad y la pureza de las fotografías que ilustran estas páginas, se siente el impulso irresistible de coger la cámara y plasmar las ideas en película, este libro habrá conseguido su propósito. El fotoperiodismo > es una disciplina tan amplia que recoge todos sus aspectos en un único libro resulta muy complicado. Sería sin duda imposible para un único fotógrafo intentar explicar, tomando sólo sus fotografías como ejemplo, la variedad de modos en que se puede tratar este tema. Como podrá comprobar en estas páginas, el fotoperiodismo puede tratarse desde puntos de vista muy diferentes. Cuando grandes fotógrafos como Tom Stoddart o Dario Mitidieri aportan su compasión y su comprensión a una situación, el resultado puede ser aquella imagen que consigue detener el tiempo en el momento decisivo o más conmovedor. Ello, a su vez, permite en el espectador una respuesta ante la imagen diferente a la que provocaría una secuencia en movimiento, en las que las imágenes se suceden ante los ojos y se pierden después para siempre. El trabajo del periodista gráfico puede consistir en sacar a la luz historias que el poder desea mantener a oscuras, o centrarse en una misión decidida a llamar la atención pública sobre una causa o una situación (como por ejemplo la crisis del SIDA) que la prensa mundial no tiene el menor interés en resaltar. Puede tratarse de fotografías que parten corazones en pedazos o que inspiren rabia, y el precio de sacarlas a la luz pública puede llegar a ser el bienestar físico o incluso mental de quien se sitúa detrás de la cámara. El fotoperiodismo > puede pasar también por la cobertura de historias importantes y emotivas que apenas si reciben eco en los corazones de nuestras sociedades, como la terrible enfermedad de la anorexia, y que sólo pueden explorarse pasados meses o años. Incluso en ese caso, puede ser que las fotografías sólo vean la luz, como en el caso de los trabajos de Felicia Web, después de un compromiso a largo plazo que permita ganarse la confianza y la cooperación de aquellos a quines a tragedia afecta de modo más directo.