"¡Entérese de por qué tiene que dejar que sus hijos fracasen y cómo se pueden beneficiar de las consecuencias"!
El fracaso es una oportunidad de mejorar más que un motivo de vergüenza y deshonra.
Dejar que sus hijos corran riesgos les permite usar sus fracasos como bloques para construir un futuro más satisfactorio.