Más allá de las guerras de conquista, en la Nueva España el contacto cultural se dio a través de la evangelización: de la enseñanza del mundo cristiano a los naturales y de la imposición de un nuevo orden que, por principio, rechazaba todo aquello que no fuera cristiano; labores que, además, debían ejercerse entre personas que ni siquiera hablaban el mismo idioma, por lo que querer imponer o persuadir a alguien para que adoptara ciertas ideas y formas de vida se volvía una labor en extremo compleja. En Fray Juan Bautista de Viseo y sus Advertencias para los confesores de los naturales, da testimonio de estos encuentros y de las dificultades que de ahí surgieron en la Nueva España.