La escritura de José Eugenio Sánchez es un anfibio de palabras: encarna en la página y el cabaret, se desenvuelve como performance y se lee bajo los cenitales de un bar. Poemas que son las escenas sueltas de un libreto lunático, remakes de una realidad impredecible, fábulas cuya moraleja es una carcajada. El autor reincide en su asalto a la cultura pop y reinventa el guión de sus obsesiones: cantantes y poetas al filo de sus cataclismos, guitarristas en peligro de extinción, luces en el cielo y filmes de largo aliento que mixturan el cine porno más clásico con las películas hollywoodenses de desastres. Este dinamitero-malabarista nos ofrece un espacio distinto para pensar la poesía: ese suburbio sospechoso del american way of life que es la cultura globalizada: una agreste ruta interplanetaria que sólo un auténtico cowboy galáctico puede domar.
