Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, Sor Juana n dejó una confesión: ´no quiero ruidos con la Inquisición´. Los lectores terribles son una parte y una parte determinante de la obra de Sor Juana. Su obra nos dice algo pero para entender ese algo debemos darnos cuenta de que es un decir rodeado de silencio: que no se puede decir. La zona de lo que no se puede decir está determinada por la presencia invisible de los lectores terribles. La lectura de Sor Juana debe hacerse frente silencio que rodea a sus palabras. Ese silencio no una ausencia de sentido; al contrarío: aquello que puede decir es aquello que toca no sólo a la ortodoxia de la Iglesia católica sino a las ideas, intereses y pasiones sus príncipes y sus órdenes. La palabra de Sor Juana se edifica frente a una prohibición; esa prohibición se sustenta en una ortodoxia, encarnada en una burocracia de prelados y jueces. La comprensión de la obra de Sor Juana incluye la de la prohibición a que se enfrenta esa obra. Su decir nos lleva a lo que no se puede decir, éste a una ortodoxia, la ortodoxia a un tribunal y el tribunal a una sentencia.Octavio Paz.
