Catherine Pez se interesó en la gimnasia facial buscando un método alternativo a la cirugía estética. Así descubrió que el mantenimiento del rostro y de los rasgos faciales depende de unos cincuenta músculos, y que existen ejercicios sencillos que pueden ayudar a fortalecer dichos músculos, a tensar la piel, a devolverle su lozanía y a evitar la aparición de arrugas en los lugares críticos, entre ellos el contorno de los ojos y de la boca, el cuello y la frente. La autora nos muestra en este libro dichos ejercicios con toda claridad, con abundantes fotos e ilustraciones. Con muy pocos minutos que les dediques al día, los resultados serán extraordinarios.