´Gracia. Es lo que anhelamos, principalmente cuando se expone nuestra culpa. Es precisamente lo mismo que titubeamos para extender cuando nos vemos confrontados con la culpa de otros, especialmente cuando su culpa nos ha privado de algo que consideramos valioso. Allí está la lucha, el conflicto por la gracia. Es este conflicto que hace de la gracia más cuento que doctrina. Es la lucha que nos recuerda que la gracia es más grande que la compasión o el perdón. Esta lucha es el contexto para ambas cosas. Cuando estamos en el extremo recibidor, la gracia es refrescante. Cuando se exige de nosotros, a menudo es perturbadora. Pero cuando se la aplica correctamente, parece resolverlo casi todo. Esta lucha no es nueva, ha estado teniendo lugar desde el principio´. Andy Stanley. Hallamos en las páginas de las escrituras que las experiencias que narra a menudo reflejan las nuestras, y que nosotros también necesitamos lo mismo que no merecemos: la gracia de Dios.