Ciudad Juárez es un paradigma brutal sobre el tema más importante para los países del hemisferio occidental: la inseguridad pública. Se trata de la ciudad más violenta del mundo, donde el fantasma de la corrupción es factor importante del conflicto que más sangre ha derramado sobre territorio mexicano desde la Revolución. Es el frente de batalla con mayor mortandad de la guerra contra el narcotráfico, declarada por el presidente Felipe Calderón. Con el compromiso de ser un habitante más de esa asediada ciudad, Manuel Espino, ex presidente nacional del Partido Acción Nacional, no escribe un parte de guerra, sino una exigencia de reivindicación a su comunidad adoptiva desde la primera línea de combate al narcotráfico. Con la sensibilidad que le brinda el liderar una institución política continental, el autor de los libros Señal de alerta y Volver a empezar convoca a la sociedad civil a potenciar su inherente vitalidad para recuperar la alegría de una ciudad pacífica y trabajadora. Manuel Espino sustenta en su experiencia como funcionario de la Dirección de Seguridad Pública de Ciudad Juárez, así como presidente y secretario de las comisiones legislativas de Seguridad Pública y Defensa Nacional en el Congreso federal, propuestas inspiradas en lo que él designa como humanismo político, uniéndose así a todos los mexicanos que claman por la paz.