LIVAS GONZALEZ, IRENE / CENICEROS ROSALES, MIRIAM / MENDEZ CORTES, MARICARMEN
En este material se prescinde del típico cuaderno de trabajo por congruencia con el enfoque de competencias. En efecto, la composición libro-cuaderno sugiere la presencia de dos fases en el aprendizaje, u de adquisición y otra de aplicación de lo aprendido. Esa distinción puede ser válida para aprendizajes muy específicos, pero no para la competencia que, por definición, es compleja e integral y se desarrolla a través de un continuo donde no hay distinción entre las fases: el niño aplica lo que aprende, pero también aprende a través de la aplicación. Atendiendo igualmente a la integridad de la competencia, la mayor parte de las actividades que contiene el libro implican u síntesis donde resulta difícil distinguir categorías, por ejemplo, hay actividades de escritura que se dirigen a apoyar el proceso de la lectura y tareas donde el descifrado se apoya en la comprensión. La única excepción a este abordaje integral se hizo para las ´destrezas´, definidas como la capacidad para ejecutar actos de tipo visual, auditivo o motriz (o cualquiera de sus combiciones) con mayor precisión de las que se presentarían en forma tural. Se sabe que el desarrollo de las destrezas depende de la repetición, así que es preferible trabajar con ellas por separado para que no retarden la competencia global. A eso se debe que el libro contenga ejercicios donde se practican aisladamente la caligrafía y el manejo de las sílabas. Adiciolmente. Hablo, leo y escribo incluye dos materiales básicos para el (la) educador (a): El Cuaderno de Estructura y Contenido, que hace las veces de programa y puede ser utilizado como plan de trabajo diario, y el Libro del Maestro (a), donde se encuentra ampliamente explicado el enfoque de competencias, las características técnicas que presentan el método y la manera de utilizarlo, y las recomendaciones básicas sobre cómo aprovechar al máximo cada material.