Ojalá estas ensal-hadas te saquen de algún apuro, te procuren algún elogio, o bien te sacien el hambre. O te den placer... Porque una ensal-hada puede ser más que una montaña de lechuga marchita y triste. Una ensal-hada bien prepar-hada por un hada o por un hado puede convertirse en un verdadero manjar para compartir cuando y con quien más quieras...