Una de las mejores obras del creador del Padre Brown, en la que, con su caracterÃstico e incisivo ingenio, analiza con precisión las falacias del pensamiento moderno. Este ensayo, dedicado a varios ´herejes´ célebres del momento, como Shaw, Wells y Kipling, es uno de los mejores que escribió. Es muy caracterÃstico de Chesterton el hecho de que al final de su vida fuera amigo de los escritores, polÃticos y lÃderes intelectuales y religiosos británicos a quienes habÃa tildado de herejes. Dominada por el espÃritu jovial de su autor, esta obra muestra la altura de su vuelo intelectual y permite al lector hallar en sus páginas ideas y palabras que emocionan, conmueven y suponen un reto para las mentes inquietas. Lo que anima su espÃritu es el amor al hombre con sus defectos y debilidades, y sobre todo por su capacidad para amar, pues Chesterton es un enamorado y un entusiasta de la vida.