El héroe de las presentes Historias no es un persoje imagirio. Según las más autorizadas enciclopedias germas, y conforme puede leerse en los estudios bibliográficos que llevan muchas de las múltiples ediciones del libro cuya adaptación sigue, el travieso Till ha existido realmente, aunque no pueda decirse a punto fijo en qué época y lugar. En 1515, Th. Murner, sin mas trabajo, según confesión propia, que recoger de labios de unos y otros aventura tras aventura, compuso el relato de las de EulensPiegel, que, mas o menos completas, conocían ya entonces todos los moradores de la Baja Alemania, por habérselas contado sus abuelos, quienes, a su vez, las oyeran referir a los suyos o a sus bisabuelos, dándolas siempre como auténticas de un sagaz campesino de aquellas tierras. La obra de Murner, de quien sólo sabemos hoy que escribió las Hazañas de Till Eulenspiegel y que fue un poeta ingenioso y fácil, alcanzó un éxito tan grande como merecido, así que en poco tiempo vieron la luz numerosísimas versiones de las aventuras de Eulenspiegel, alterndo con reiteradas y copiosas ediciones del primitivo relato, que es el que, por fin, se impuso, el elegido por nosotros y el que conquistó u popularidad sin límites en Alemania, donde no hay niño que no se deleite con su lectura, ni perso mayor a quien su recuerdo no le haga sonreír, rememorándole los felices días de la infancia. Seguros estamos de que la adaptación que hoy damos de este libro excepciol será igualmente acogida con entusiasmo por los pequeños lectores de habla española, como lo fue por los de Inglaterra, Francia, Italia y demás países en que ha sido traducido, pues las interesantes y divertidas historias que contiene son a propósito para cautivar a toda la gente menuda de la tierra.
