Un olor pestilente inunda el aire. La niebla, cada vez más densa, va cubriendo el pueblo. Unos gritos ensordecedores rompen la noche. Las calles se abomban, el suelo se agrieta. Y el lodo comienza a tragarse las casas. Sobre el Cegal pesa u terrible ameza. Eloí, Tom y Hugo viven u auténtica pesadilla: enfrentarse con Zargorota, un espíritu diabólico rodeado de fantasmas de todas las categorías.