Ingo ha perdido su pelota. Buscándola, encuentra algo inesperado: un huevo. Lo lleva a casa, y al cabo de cinco días el huevo se abre y sale un pequeño dragón. Todos lo reciben con alegría y le ponen el nombre de Drago. Pero Drago empieza a crecer y crecer... ¡pobre Ingo, cuántas cosas le van a ocurrir!