Saltar significa volar. El momento en que un principiante supera junto con el caballo el primer obstáculo resulta inolvidable. Es entonces el jinete se siente a gusto y seguro y cuando pierde el miedo hasta que llega el primer concurso. Se debe practicar paso a paso. La experiencia demuestra que empezar con barras y pequeños obstáculos es lo más idóneo.