Los psicólogos que atienden a niños con problemas de retardo en el desarrollo, se beneficiarán enormemente con esta obra, ya que su uso les permite, por una parte, ubicar las destrezas que el pequeño ya posee y, a partir de éstas, inculcarle aptitudes más complejas y, por otra, identificar aquellas capacidades que aún le faltan, para establecer objetivos de instrucción. El inventario evalúa 726 habilidades en cuatro áreas del desarrollo infantil: área básica, coordinación visomotriz, personal-social y comunicación. Este instrumento vincula claramente la evaluación con la práctica educativa, por lo que puede emplearse tanto en la escuela como en el hospital y el consultorio, y ser utilizado por maestros y padres de familia.