Las comidas no sólo sirven para alimentarnos. Además de esta función fundamental, encierran un profundo sentido de fraternidad, convivencia y acción de gracias.áEl hecho de que Jesús se sentara a la mesa en la casa de Marta y María, es una muestra de la sincera relación de amistad que existía entre ellos. Al saborear los alimentos, los comensales brindan también la presencia del otro...áEn la comida-celebración no hay forma de esquivar la mirada: somos parte del alimento cuando compartimos lo que somos en torno a la mesa.áEste delicioso libro de Alaice Mariotto Kater nos traslada a la época de Jesús, nos regala una muestra variada de platos típicos, que posiblemente él degustó, y nos invita a saborear en nuestros hogares los ingredientes mencionados en la Biblia, que forman parte de la sana y diversificada alimentación de aquel tiempo.