Después de un viaje tan accidentado, ahí estaba yo, José Juan Sánchez alias el Alacrán, cont ándole toda mi historia al General, alias mi Abuelo (alias que sólo podía usar para conversar con migo mismo porque a él no le gustaba que le dijera así), después de haberlo convencido de que no me mandara de regreso a la ciudad y me dejara quedarme con él para ayudarle a encontrar a mi mamá. él no sabía da sobre mis aventuras, y le pareció muy sorprendente que su casi desconocido nieto hubiera hecho tantas cosas para llegar hasta donde estaba. Le conté todo, desde mi participación en el programa de Sábado Fantástico hasta los días que estuve en la posada en San Cristóbal, antes de que el Inglés y el otro muchacho nos agarraran a mí y a A, mi amiga española, a media calle para llevarnos hasta las cabañas en donde estábamos ahora.