´El P. Eduardo Chávez Sánchez, > doctor en historia ya quien he nombrado ?Postulador ante la Santa Sede? de la canonización de ese humilde indio, nos presenta este libro breve y fácil de leer pero que tomó años y años de investigación y con lujo de información y solidez científica condensa cuanto de seguro sabemos de ese hombre admirable que fue Juan Diego Cuauhtlatoatzin.´
CARDEL NORBERTO RIVERA CARRERA >
Arzobispo Primado de México.
El doctor Eduardo Chávez ´...nos ofrece u síntesis estupenda del ´mensajero de Santa María´, fácil y ame en su lectura, ausente de pincelada de novela y con los datos que ofrece el rigor de la documentación histórica´.
FIDEL GONZALEZ FERNáNDEZ >
Consultor de la Congregación para la:
Causa de los Santos y Director de la
Comisión Histórica para la causa de
canonización de Juan Diego.
´Este libro del P. Dr. Eduardo Chávez Sánchez quien como Postulador de la Causa ha logrado la canonización de Juan Diego, se centra en su figura concreta aportando con solidez, así en su perso concreta histórica como en su santidad cristia, manifestada en sus virtudes y vida´.
JOSé LUIS GUERRERO ROSADO >
Director del Instituto de Estudios Teológicos
e Históricos Guadalupanos.
PRESENTACIóN DEL CARDEL DR. D. NORBERTO RIVERA CARRERA > ARZOBISPO PRIMADO DE MEXICO Hace 472 años. el 27 de agosto de 1529, mi venerable antecesor Fray Juan de Zumárraga, escribía al Rey de España u angustiada carta en la que le aseguraba que ?si Dios no provee con remedio de su mano está la tierra en punto de perderse totalmente?. Todo lo que él veía en el ciente México de ese momento: abusos, asesitos, violencias. ..lo llevaba a esa desoladora conclusión. Dos años después, el sábado 9 de diciembre de 1531, recibía la insólita embajada de un humilde indio que pretendía traérsela de la propia Rei del Cielo, la cual le pedía un templo, ?u casita sagrada?. En sólo tres días más, ese mismo indio le aportó pruebas convincentes y accedió a levantar u modestia ermita. Nunca imaginó la inmensa trascendencia que eso iba a tener y que ahora vemos y agradecemos sus sucesores, pero eso no bastó para que él, que hacía poco más de dos años en esa carta ?podría haber firmado como el electo apesadumbrado? se ?declarase el electo regocijado?. Esto puede comprobarlo, con lujo de información y solidez científica, quien lea los capítulos primero y quinto de este libro que tenemos el gusto de presentar, cuyo autor, el P. Eduardo Chávez Sánchez >, en doctor en historia ya quien he nombrado
Postulador ante la Santa Sede de la canonización de ese humilde indio que tanto gozo trajo a mi antecesor, ya través de quien hoy cuán abundantemente ?Dios provió con el remedio de su mano? a nuestra patria y al mundo, cuánto debemos a quien fue su instrumento humano para otorgarnos ese don, y cuán responsables también de compartido con ?todas las demás variadas estirpes de hombres?. Aunque todos los mexicanos conocemos su nombre, aunque todos nos sentimos amados y acogidos como él por nuestra Madre Santísima, a él persolmente poco lo conocemos. Mi venerado antecesor inmediato, el cardel Ernesto Corripio >, quiso empezar a saldar la deuda que todos los mexicanos contrajimos con él procurando y logrando su beatificación. A mi vez, gozosamente consciente de ese mismo deber como sucesor suyo y de Zumárraga, he solicitado este libro, que, siendo breve y fácil de leer, ha supuesto a su autor y sus colaboradores años y años de investigación documental y archivística, y en el que nos condensa con toda solidez cuanto de seguro sabemos de ese hombre admirable que fue Juan Diego Cuauhtlatoatzin. > En espera que la Providencia, a través de su Representación en la Tierra, Juan Pablo II, > tenga a bien permitirnos que el mundo entero pueda admirarlo y venerarlo como santo, le ruego que este libro pueda ser un instrumento para que podamos conocerlo mejor y apreciarlo mejor.
México- Tenochtitlán, diciembre del 2001
NOBERTO CARDEL RIVERA C. >
ZOBISPO PRIMADO DE MEXICO