A primera hora de la mañana, la joven Kiharu, con su peinado de trenzas y su traje de marinero, acude al colegio, por la tarde, ataviada con caros quimonos de seda y con su peinado shimada, asiste a elegantes fiestas...
Kiharu es una geisha. La joven Kiharu estudia baile, se inicia en las antiguas tradiciones de la ceremonia del té y en el arte de la conversación y pronto se convierte en la única geisha que habla inglés. Encargada de atender a los huéspedes extranjeros en las recepciones a que acude, conoce y cautiva a Jean Cocteau, Charles Chaplin, William Hearst y otros ilustres hombres que visitan Japón, la policía pretende que Kiharu espíe a algunos de sus famosos clientes, lo que hace que decida abandonar su trabajo para casarse con un diplomático, con quien vive una temporada en la India. La guerra vuelve a llevarla a Japón, pero su marido la abandona, por lo que se queda sola a carga de su hijo, su madre y su abuela. Tras un largo periodo de adversidades, Kiharu da un paso definitivo: se instala en Estados unidos, donde finalmente encuentra el reconocimiento de su arte y su cultura y vive una segunda juventud al enamorarse de un joven cantante. En Kiharu, vida de una geisha nos adentramos en el fascinante mundo de una cultura desconocida, con su disciplina y sus reglas estrictas, que sigue ejerciendo gran fascinación en Occidente, un mundo de glamour y refinamiento que se remonta a las épocas mas rutilantes del imperio japonés.