Los ángeles velan ansiosamente cada movimiento de Ana Fletcher, pero ella no lo sabe aún. Cuando Ana Fletcher regresa a Charleston para ver a su hermana menor, Sara, recibir su grado de maestría, ella se encuentra en la parte trasera de una ambulancia, observando imponente como Sara lucha por vivir. Durante el viaje, Sara parece hablar con alguien que no está allí, canturreando una melodía que nunca antes Ana había escuchado. Esa melodía poco familiar y maravillosa sigue encontrando Ana, primero en la capilla del hospital, luego en sus sueños, y finalmente en la casa vacía de Sara. Dos vecinos tienen un efecto profundo en Ana. Ethan McKinney le presta su apoyo cuando Sara muere inesperadamente y se ofrece para ayudar a Ana a repara la casa de la familia Fletcher para venderla. Ethan la distrae, pero lo que angustia a Ana es el hijo de doce años de su vecina Tammy. Keith tiene síndrome de down y la maña de creer que él puede ver y escuchar a los ángeles. De hecho él insiste que ellos velan por ella de maneras en las que ella nunca se había imaginado. Dios comienza a revelarse a Ana, tanto en sus nuevos amigos como mediante acontecimientos sobrenaturales. Mientras ella descubre la presencia real de ángeles a su alrededor, ¿abrirá finalmente su corazón para recibir el amor sanador de Dios?
